Lo que ha dejado claro la pandemia por: Alberto Escobar Pérez
- Muchas personas han hecho ejercicios escriturales bien intencionados insinuando que seremos mejores seres humanos cuando superemos la grave crisis originada por la pandemia.
- Los hechos indican claramente que en Colombia, muchos de quienes gobiernan tienen sembrada en el alma la corrupción y aprovechan la crisis para atrapar los recursos públicos y enriquecerse a costa de las necesidades de los más desvalidos.
El fiscal general de la Nación, el mismo que tiene
engavetado el tema de la Ñeñepolítica, ha anunciado que los fiscales delegados
ante la Corte Suprema de Justicia adelantan 14 procesos contra aforados, entre
ellos, un ministro y 11 gobernadores.
Muchos gobernadores y alcaldes hicieron fiesta con los
dineros públicos y aprovecharon el estado de emergencia económica que les dio
la libertad para declarar la urgencia manifiesta y agilizar los procesos de
contratación y, se confabularon con contratistas seleccionados a dedo para
inflar los costos de alimentos incluidos en los mercados destinados a paliar el
hambre de los más pobres.
Los
investigadores han revelado hallazgos como los siguientes: lata de atún a 20
mil pesos, bolsa de leche en polvo a 13 mil pesos, libra de chocolate a 9.500,
libra de café a 11.500.
Aparecen en la mira de los organismos de control los
gobernadores de Guaviare, Valle del Cauca, Magdalena, Cesar, Atlántico, San
Andrés. Entre los alcaldes implicados en el robo aparecen los de: Armenia,
Puerto Colombia (Atlántico), Melgar, Puerto Gaitán (Meta), Cúcuta, La palma,
Neiva, Sincelejo, Guaduas, Cajicá, Jericó, Barbosa, Rionegro, La Ceja, Betulia,
Segovia y Abejorral.
Roguemos para que el trabajo conjunto que han emprendido
la Fiscalía, la Procuraduría y la Contraloría rinda frutos y podamos conocer
sanciones ejemplarizantes contra los criminales implicados rápidamente.
La pandemia además de sacar a flote la galopante
corrupción de la clase dirigente, también dejó en claro que el sub presidente
no se anda con rodeos a la hora de hacer uso de sus privilegios. En medio de la
emergencia sanitaria y económica se suscribió un contrato entre la presidencia
de la República y la firma Du Brandas por 3.330 millones de pesos para mejorar
la imagen de Duque en redes sociales.
Contrariando
la política de austeridad auto cacareada por el propio Duque, la presidencia
requirió a la Policía Nacional la compra de 23 camionetas blindadas por valor
de 9.600 millones de pesos el pasado 23 de abril.
Cuando el número de infectados por Covid 19 aumenta en el
país, es contradictorio que el gobierno nacional haya iniciado el pasado 20 de
abril el proceso de compra de armamento para el Esmad por valor de 9.500
millones de pesos.
Mientras estos millonarios contratos se tramitan y
ejecutan desde el alto gobierno, la pandemia también ha dejado claro que el
personal que trabaja en el sector salud no cuenta con los elementos de
bioseguridad necesarios para atender a las personas infectadas por Covid 19,
muchos de ellos no reciben sueldos desde hace varios meses porque los hospitales
los contratan a través de cooperativas fantasmas que cambian de razón social
para evadir los pagos y el gobierno saca pecho cuando el sub presidente, ahora
presentador de TV, sale por los canales nacionales a reclamar aplausos para los
denominados “héroes” de la salud.
También deja claro que el sistema de salud adolece de
debilidades enormes y que las EPS manejan este negocio a su antojo.
Otra claridad que deja la pandemia es que las agallas de
los más ricos y corruptos se tragan todo. En plena emergencia sanitaria los
poderosos del agro con la complicidad de Finagro se engulleron 226 mil millones
de pesos en créditos blandos que en principio estaban orientados para los
pequeños productores del campo.
Gracias a la pandemia también hemos hecho claridad que el
sistema educativo del país anda en los rines, y las modernas tecnologías de la
información y la comunicación no se han podido utilizar adecuadamente porque
los docentes no cuentan con la capacitación requerida para hacerlas funcionar,
porque muchos de los estudiantes de los colegios y las universidades públicas
no cuentan con computadores ni con las conexiones de internet.
Y la pandemia también nos ha dejado claro que la inmensa
mayoría de los congresistas de Colombia se han hecho los de la vista gorda
frente a la crisis actual, que la emergencia sanitaria ha servido de mampara
para tapar el escándalo de la Ñeñepolítica el cual deja muy cuestionado al
actual gobierno, que el parecer si compró votos para su elección, de igual
manera se le ha echado tierra al escándalo que compromete a un ex embajador con
tres laboratorios de cocaína y ligado a aeropuertos para garantizar la salida
del alcaloide.
La pandemia también dejó en claro que el gobierno ha salido a darse ínfulas de benefactor al entregarles a algunas familias, de las más pobres, la limosna de 160 mil pesos que no alcanzan ni siquiera para la compra de las migajas que dejan en sus mesas quienes se alzan con los recursos públicos.
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