El otro lado de la pasión

 “El fútbol y las barras: más allá de la violencia”

Por:  Gloria Patricia Ruiz

La palabra “barra”, en el contexto del fútbol, suele evocar imágenes de conflicto y violencia. Sin embargo, existe otra realidad. ¿Qué hay detrás de este estereotipo? ¿Cómo pueden las barras convertirse en agentes de cambio positivo?

Es así que, descubriendo la otra cara del barrismo, en un giro inesperado, jóvenes barristas del Atlético Nacional y del Deportivo Independiente Medellín, de la Comuna Dos Santa Cruz, revelaron una realidad distinta. Hablando con ellos, se descubrió su compromiso con la comunidad, su pasión por el fútbol y su deseo de que éste sea sinónimo de alegría, trabajo en equipo, amor por el deporte y celebración pacífica. 

  José Rodríguez, líder barrista del Deportivo Independiente Medellín, compartió su visión sobre su actuar responsable fuera de los estadios y que ha compartido en la Comuna Dos Santa Cruz con la sociedad.

  “Queremos vivir el barrismo en paz y convivencia, aportando a nuestra comunidad. Hacemos de los partidos como una integración familiar, celebramos fechas especiales como el día del niño y la navidad. Esto lo hacemos junto a hinchas de otros equipos, demostrando que el fútbol nos une”.  

  Y dijeron además que no solo a ellos, sino al igual a los muchachos de cualquier otro equipo, a vecinos que realizan procesos de apoyo al desarrollo del barrio y participan en actividades de las acciones comunales.

  Este joven y líder envió un mensaje poderoso: “Hoy, las barras tenemos un nuevo ideal: promover la diversidad cultural, el deporte y la comunidad. Queremos mostrar que el barrismo tiene un solo color: y es, el de luchar por nuestra comunidad”.

 

  Por su parte, Juan David Botero, otro líder barrista, pero del Atlético Nacional, complementó: “el barrismo es un escenario de diálogo, intercambio de saberes, valores sociales, normas de comportamiento y creencias. Queremos inspirar a jóvenes para construir una cultura de paz y respeto”.

  El mensaje que desea compartir es que dentro y fuera de las canchas todos deben dar ejemplo y comportarse muy bien.

  “Hoy, las barras y sus miembros tenemos otros ideales y queremos que se reconozca la diversidad cultural de las organizaciones del barrismo social juvenil urbano. Trabajamos desde el deporte por nuestra comunidad y queremos que muchos jóvenes sepan que este movimiento tiene un solo color: el de luchar por la colectividad del sector y la comuna en general”, señaló Botero.

  “Hoy el barrismo se debe reconocer como ese escenario de diálogo, de intercambio de saberes, que recogen valores sociales, normas de comportamiento, creencias e ideales”, destacaron sus diferentes miembros.

    Es hora de apoyar a estos jóvenes y sus proyectos. La institucionalidad, padres y miembros de la comunidad deben unirse para fomentar esas iniciativas que benefician las comunidades y promueven una cultura de paz y alegría. Además, recordar que juntos se puede construir un futuro donde el deporte una e inspire. Celebrar el fútbol como fiesta de vida.

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Comunidad Al Día Edición 56