Héroes en lucha contra el coronavirus
- Los héroes que se ven hoy en día no solo lleva llevan bata blanca, también los hay con vestidos de delantal, calle, o sin implementos.
Cuando se les pregunta al personal común, sobre que les
gustaría hacer en la vida y de qué forma quisieran dejar alguna huella, la respuesta
es ‘salvar al mundo’ por eso hoy darles ‘muchas
gracias’ al personal médico, de la salud y los otros héroes por su gran labor
aunque esto represente una utopía en su labor diaria.
La dificultad por la que están pasando los colombianos y
el mundo entero ha permitido que los más de 7.700 millones de personas que hay
en la actualidad, hayan conocido y reconocido a los verdaderos héroes. No los
que se presentan en los programas de televisión, y mucho menos, los que se ven
en las diferentes películas, se han dado cuenta que los verdaderos héroes son
médicos, enfermeras, todos aquellos que hacen parte del personal de la salud
y/o aquellos que con delantal, calle y aún más, sin implementos, hacen su labor
de salvar vidas en el mundo.
Y es por esta razón, que a la humanidad le llegó la hora de decirles ‘muchas gracias’. A los que se levantan cada mañana para garantizar el alimento y la medicación a los colombianos, los que cuidan de los más vulnerables, los que ponen su dinero, su mano de obra, su tiempo para ayudar a quien más lo necesita, los que idean, tejen, construyen para cubrir necesidades básicas... La sociedad colombiana está consiguiendo llegar, con sus manos, su trabajo, su ingenio y su ilusión, allí donde las administraciones no alcanzan.
Diana
Arango, habitante y líder de la Comuna Dos Santa Cruz, se le puede considerar
como una héroe ‘antiCOVID-19’, quien se levanta cada mañana -antes de ir a su
labor diaria- a conseguir ayuda para los más necesitados, labor que hace a
través de empresas privadas, gubernamentales, vecinos de buena voluntad,
tenderos, comerciantes, habitantes no solo del sector, sino del mundo -porque hasta
de otros países le envían donaciones que ella usa para ayudar a los más necesitados,
inicialmente a los de su cuadra, pero que al mes de agosto, ya se reparten en
toda la comuna. “Hoy más que nunca, doy las gracias por el sacrificio al personal
médico y de la salud de todo nuestro país, y más de mi parte son los que merecen
todos los reconocimientos posibles. Su esfuerzo y empeño, están haciendo que
salgamos adelante y cuando escuché sobre la campaña de decirle al personal
médico, de la salud y a los que madrugan cada día a velar por los más necesitados
durante esta pandemia ‘muchas gracias`, puse en mis redes sociales la frase
para cada uno de estos seres humanos, héroes que lo han hecho, lo hacen y lo seguirán
haciendo por el bien de los que de una u otra forma benefician a los más necesitados
”, dijo la líder.
Laura Danelly Arango, es otra a
quien se le puede considerar como otro héroe de esta enfermedad que contagia al
mundo en general. Ella se levanta cada día -entre una de las pocas excepciones permitido
por el decreto- a comprar medicinas para repartir entre las farmacias de la
ciudad que se esfuerzan por garantizar ese suministro de medicamentos a la
ciudadanía, quien debe enfrentarse diariamente
a un posible contagio en el cara a cara con su clientela y hasta el momento
-“gracias a Dios” como dijo ella- y bajo las estrictas medidas de seguridad no
se ha contagiado. “Estuve teniendo unos días de muchísimo trabajo, pero en gran
medida, en el interés de los habitantes del sector. El recopilar medicamentos, para
los días de aislamiento, la falta de concientización, ya que hay gente que
viene como por partes, buscando excusas para salir más veces de casa, y pienso
que en ese sentido, en Castilla, Santa Cruz o Robledo -por donde le toca
repartir- se han ampliado los contagios más por tiempo y sin necesidad de tener
que hacerlo. Sin embargo, sigue habiendo gente que se ve que hacen todos los
esfuerzos de llevar lo necesario para no tener que salir más de casa”. Afirmó
la que con una mascarilla, un delantal y unos guantes le pone la cara a la vida
y a su profesión para ayudar a los más necesitados.
Un farmacéutico que le recibe
medicamentos a Laura de nombre Ramón Úsuga, aseguró en cuanto a lo que dijo
Laura que, afortunadamente, esto es un “porcentaje más pequeño” pero lamenta
que todavía haya gente que no sea responsable en ese sentido. De hecho, admitió:
“hay jornadas agotadoras en las que termina uno cansado de repetir lo mismo y entre
muchos hacemos muchos esfuerzos por concientizar a la gente pero, al final,
depende de cada uno la decisión de no salir de casa», asumió resignado.
La
Administración Municipal decretó desde los viernes ‘El Estado de Cuidado Total’,
donde nadie puede salir de su casa, salvo por lo estrictamente necesario y
permitido, pero las y los trabajadores del aseo de la ciudad, deben acudir de
lunes a sábado obligatoriamente y algunos domingo cada quince días, protegidos
por guantes, tapabocas, y uniforme de pies a cabeza -como lo aporta la empresa.-
“Nos toca trabajar diario durante ocho (8) horas con nuestras escobas y canecas
recogiendo las basuras de quienes no les gusta quedarse en su casa - así tengan
o no que salir- pero nosotros no podemos quedarnos en nuestra casa, porque esta
es nuestra obligación y hay que cumplirla para sostener a nuestros hijos que aún
son menores de edad y/o familia. Aunque sé que no voy a alcanzar a jubilarme, por
lo menos mientras viva trataré de colaborarle
a la empresa y a las personas que necesiten que la ciudad siga limpia y aseada” Terminó la aseadora
Shirley Castañeda, cogiendo su escoba y preocupada porque su supervisor dentro
de poco pasaba por su sector.
Los lugares de alimentación como los
restaurantes tienen que prestar servicio. Y Shirley Alexandra Bedoya Castañeda,
propietaria de uno en pleno centro de Medellín, así lo hace. Y es que desde que
se declaró el estado de alarma con las medidas impuestas para evitar la
propagación del COVID-19, no ha dejado de abrir su establecimiento para poder
alimentar los pocos –que a veces son muchos- durante la pandemia-. “La semana
previa al confinamiento, vendí el doble de lo normal -en estas fechas y
evidentemente muy raro- pero para estas últimas semanas han sido, muy, muy
flojas. Pero no hay problemas de abastecimiento, no falta ningún producto,
ningún desayuno y menos un almuerzo en su restaurante”, aunque admitió que han
subido un poco, por los precios, de igual manera, tuvo que cambiar el ‘modus operandi’ de los
clientes y más que todo de los empleados -ya que la mayoría realiza los
encargos por teléfono para ir solo a entregar y cobrar el pedido, permaneciendo
el menor tiempo posible en la tienda.
“La gente ha respetado y acatado las normas de bioseguridad que hemos impuestos a causa de la pandemia, las líneas que hemos marcado para guardar la distancia de seguridad de hasta dos metros entre personas y otras medidas seguidas por recomendaciones de las autoridades nos ha representado por lo menos seguir subsistiendo y alimentado a quienes los necesitan. Nosotros llevamos guantes y mascarilla. Y pienso que hay que dar el servicio, no se trata solo de hacer negocio, que ya cuando vengan las buenas podremos desquitarnos” Aclaró la comerciante que no se dejó rendir por los inconvenientes que le dieron las autoridades y al pandemia. Hoy en Medellín del 100% de los comederos y venta de alimentos de la ciudad solo están abiertos el 30% con ese ánimo.
Excelente nota, se me Aguaron los ojos !!!
ResponderEliminarDios nos bendiga a todos y especialmente a ti por publicar estás notas tan bonitas !!