LA PARROQUIA: UN PATRIMONIO QUE SE HA OLVIDADO APRECIAR
Por: Juan Sebastián Marín Pamplona - Seminarista del Seminario Mayor de Medellín (nacido en el Barrio Villa del Socorro)
- San Martín de Porres del barrio Villa del Socorro una de las más antiguas de la Comuna Dos Santa Cruz.
- Parroquia que en 2020 cumple 57 años y que ya ha tenido 17 párrocos y muchas vocaciones sacerdotales.
- Se hace un llamado a cada persona a volver al ser y recuperar la primera vocación del hombre, ser feliz.
La parroquia San Martín de Porres está ubicada en el barrio Villa del
Socorro es una de las más antiguas que existe en la Comuna Dos Santa Cruz, ya
que fue erigida como parroquia por manos de Monseñor Tulio Botero Salazar el 23
de agosto de 1963. A fuerza de lidia Casitas de la Providencia estaba
terminando la construcción del barrio y se estaban terminando de reubicar las
familias que en los distintos tugurios de la ciudad de Medellín vivían.
El templo cuenta con un
abundante legado histórico, el cual desafortunadamente se ha disipado en el
tiempo, porque pocas letras están registradas en el papel contando la alta
influencia que este espacio ha tenido en esta comunidad en el tiempo que fue
marcado por la violencia, el gran liderazgo que han ejercido los sacerdotes y
los líderes que han aportado al progreso y cultivo de valores cristianos y
morales en el barrio.
Cuando se refiere a la
palabra patrimonio es menester tener claro lo que este concepto
significa y cómo aplicarlo en la actualidad. La palabra patrimonio surge de un sustantivo
latino “Patrimonium” que está compuesto por “pater” que significa: El
padre y “Monium” sufijo que designa unión o conjunto. Se concluye entonces que
el patrimonio es todo el conjunto que se ha heredado de los padres, en este
caso los padres no genéticos, sino los padres históricos que han sucedido en el
trasegar de la historia. La parroquia es uno de esos lugares donde viene el
Padre y se quiere motivar a la comunidad para que se acerque reconociendo un
espacio de encuentro, comunión y vinculación.
Se debe apreciar y valorar
todo lo que allí contiene, porque en los libros del despacho parroquial se
puede encontrar la partida de bautismo, la confirmación o la defunción con el
nombre de algún familiar, algún vecino o amigo. Por eso siempre será un espacio
que a todos atañe, permea y concierne valorar. Este año al cumplir 57 de años
de vida parroquial, se exhorta recordar, es decir, volver al corazón los 17
párrocos que por esta han pasado y que algo han generado en la vida de cada
feligrés, alguna palabra, mensaje o gesto que se adhiere a identificar a todos en
este lugar.
Se ha olvidado resaltar
este ágora cristiano, tal vez porque las creencias han cambiado, el relativismo
se ha inmiscuido en el proceder contemporáneo, las ideologías progresistas han
inferido en el pensar y quizá hoy no adquiere fácilmente memoria de lo que no
se debe olvidar: la historia de todos para no repetirla, las raíces para
regarlas y el ser para ser feliz.
Comentarios
Publicar un comentario