Lentitud en pruebas de Covid 19 obliga a mejorar logística e insumos

Por lo menos dos semanas de retraso tiene Colombia en los resultados de las pruebas del coronavirus según el Ministerio de Salud y el Instituto Nacional de Salud (INS). Además, plantea retos que se deben superar para tener un diagnóstico real de lo que está sucediendo.

Veinticinco personas han muerto y hasta ayer ya iban 55 que han logrado recuperarse de acuerdo a avisos hechos por el INS, y que van alrededor de 20.000 muestras realizadas de estos 1.267 casos que dieron positivos por el covid-19.

Es el ejemplo de una mujer de 24 años de edad, quien trabaja en el sector hotelero y está en constante contacto con turistas. Ella le dijo que, pese a tener síntomas y que le aplicaron la prueba desde el 23 de marzo, solo hasta la noche del 3 de abril, le entregaron el resultado: negativo.

“Además me habían pedido que suministrara un teléfono, di el de mi fijo, y luego me entero que es para que me envíen un mensaje de texto notificándome, entonces ese mensaje no me llegó nunca, fueron muchos errores en la comunicación que me entregaron”, expresó con preocupación la joven, quien se mantuvo aislada en una habitación de su vivienda para evitar propagar el contagio con sus familiares.

Sobre este y otros casos similares, voceros del INS se pronunciaron y adujeron que el problema tiene que ver con los laboratorios y personal encargado de aplicar la prueba, pues llegan con errores de marcación o empaque.

Más preocupaciones

Otro panorama muestra la directora de la IPS Universitaria de Antioquia, Marta Ramírez, quien explicó que un paciente que estuvo en la UCI, con sospechas de covid-19, ya salió de la UCI y seguramente le darán de alta la próxima semana y aún no hay resultado de la prueba que se le realizó.

“Ustedes se imaginan si se me llega a morir un sospechoso de Covid 19, le aplico el protocolo para cadáveres orientado por el Ministerio de Salud y en un mes el resultado que llega dice que es negativo. Lo que ocurrió fue que dañé la salud mental a su familia”, expresó Ramírez, planteando un escenario -que, aunque puede leerse como caótico- sirve para llamar la atención sobre la agilidad en la lectura de los resultados de las pruebas.

“Es un llamado necesario, porque estos resultados deben ser entregados con prontitud para la tranquilidad de la entidad que presta los servicios y de los familiares del paciente”, agregó la directiva.

Por su parte, el INS ha dejado claro y ha hecho énfasis en que hay déficit de insumos de laboratorio para la lectura de las muestras que llegan al Instituto y que, la realidad que enfrenta el país, hasta que no lleguen los insumos necesarios, seguirá siendo esta.

El INS señaló además: “el cuello de botella sigue siendo el envío de muestras, que se acabaría cuando las pruebas puedan leerse en las regiones y definan su capacidad real”.

El ministro de Salud, Fernando Ruiz Gómez, por su parte, explicó ayer durante una sesión virtual con congresistas y representantes del sector salud, que la dificultad se da porque hay por lo menos 200 países que están haciendo la misma labor de conseguir insumos y es complejo encontrarlos en el mercado.

Sin embargo, el retraso no solo se debe a la capacidad del país. La Procuraduría el jueves mostró otro escenario preocupante, alrededor de que las pruebas que estaban llegando al INS no cumplían con estándares de calidad, no estaban bien marcadas o llegaban mal embaladas desde las ciudades de origen.

Sobre el qué hacer, la respuesta, según los analistas consultados, está en superar los cuellos de botella logísticos, habilitar más laboratorios en las regiones para que no solo tomen la muestra, sino que la puedan leer y ampliar la posibilidad de aplicar más pruebas en el país. Como el caso de Antioquia, que desde el pasado lunes empezó a operar, realizando 700 pruebas en esta semana con un asocio entre Sura y el Laboratorio de Salud Pública del departamento.