Al periodista en su filosofía se le enseña a ser ante todo ético

El  periodista  y comentarista deportivo uruguayo Sergio Gorzy habló en la emisora Sport 890, -radiodifusora con sede en la ciudad de Montevideo, Uruguay que trata el tema deportivo y es sólo para público uruguayo y además análoga- con fuertes palabras señaló que Colombia es un país con retraso cultural y que la única manera de obtener un trofeo internacional es en gran medida al narcotráfico, entre otras palabras.

A causa de esto se desató en las redes sociales, innumerables inconformidades por las palabras del periodista uruguayo. Gracias a las redes sociales en la actualidad el tema del día, se vuelve aún más polémico, debido a que el comentario es conocido por muchas personas a través de la Internet, en comparación de que antes no existían estos recursos.

Es por eso, que las redes sociales ahora son un furor para comentar casos tan controvertidos como fueron las frases hirientes del periodista uruguayo Sergio Gorzy, quien también al sentir en carne propia la polémica que se había suscitado en la red, pidió disculpas unos días después desde su Twitter.

El señor Gorzy no debió haber utilizado esas palabras sin sentido y mal gastadas. No parece un profesional periodista, así sea un  empírico, su experiencia, debe hacerlo un profesional. Al periodista en su filosofía se le enseña a ser ante todo ético, que maneje el respeto hacia los demás. Pero lo que este señor hizo, fue utilizar palabras incorrectas, que lo único que hicieron fue hacerlo ver con un bajo nivel, poco culto, falto de educación y de ética.

Está bien ser crítico, porque todas las personas tenemos diferentes puntos de vista, pero se debe usar de forma moderada, sin abusar de palabras que  puedan ofender a una sociedad que de por sí está golpeada en este ámbito y por ningún motivo debe ser tratada de tal manera. Gorzy se sobrepasó en sus declaraciones sin límites, por rabia o resentimiento que se reflejaron al hablar de nuestra querida Colombia, por un malestar personal.

Por: Yesenia Restrepo Agudelo