Pág. 7: Tejiendo sueños: La inspiradora historia de César Mayo
Por: Rubí Aidé Marín Chancí
En el corazón de la vibrante Comuna Dos Santa Cruz de Medellín, donde la resiliencia y el espíritu emprendedor se respiran en cada esquina, se encuentra una historia inspiradora de superación y determinación. En la carrera 49 C con la calle 100, se alza la tienda “El Mocho”, un lugar que simboliza la fuerza humana y la capacidad de sobreponerse ante la adversidad.
Tienda ‘El Mocho’, atendida por su propietario Julio César Mayo
Julio César Mayo, un hombre de 56 años con una sonrisa contagiosa y una mirada llena de determinación, es el dueño de esta tienda. Su historia comenzó en 2019, cuando un accidente laboral cambió su vida para siempre. Mientras entregaba un paquete, sufrió un accidente que le costó su pierna izquierda.
“Recuerdo aquel día como si fuera ayer”, contó César con una mezcla de tristeza y determinación. “La amputación fue un golpe duro, pero no me dejé vencer. Me dije a mí mismo: ‘No voy a permitir que esta situación me defina’”.
En lugar de rendirse, César encontró una nueva oportunidad. Después de un largo proceso de recuperación, decidió lanzar su propio negocio, una tienda de abarrotes llamada “El Mocho”. “Quería demostrar que, a pesar de mi discapacidad, podía enfrentarme a la vida y ser exitoso”, explicó.
Pero había algo más en su mente: ayudar a otros. “El Mocho” no es solo una tienda de abarrotes; es un lugar donde le da empleo a mujeres venezolanas que han llegado a Medellín en busca de una nueva vida. “Quiero ayudar a aquellos que están pasando por situaciones difíciles, como algún día yo las tuve”, dijo con una sonrisa y moviendo su dedo pulgar hacia arriba.
La tienda se ha convertido en un punto de referencia para la comunidad, donde la solidaridad y el apoyo mutuo son fundamentales. “César es un ejemplo para todos nosotros”, indicó Mariana Arteaga, una de las empleadas venezolanas. “Nos ha dado una oportunidad, cuando nadie más lo hacía”.
“César es la muestra viva de que con ímpetu y fe se pueden tejer sueños”, agregó John David Cartagena, un docente de la institución educativa Primera del Pueblo del barrio Santa Cruz.
Julio César, el hombre que perdió su pierna, pero no su espíritu, ha enseñado a los habitantes de la Comuna Dos Santa Cruz que la adversidad puede ser una oportunidad para crecer. Con “El Mocho”, su negocio, ha demostrado que la resiliencia y la determinación pueden superar cualquier obstáculo.
Su historia es un testimonio de la fuerza humana y un recordatorio de que siempre hay una segunda oportunidad cuando se quiere crear y tejer sueños. En “El Mocho”, la comunidad ha encontrado un símbolo de esperanza y un ejemplo de que, con trabajo y determinación, cualquier sueño es posible.
Leer medio periodístico completo en: Comunidad Al Día Edición 53 (LIII) (calameo.com)
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