Editorial
La investigación realizada por la oficina de Justicia para la Procuraduría Delegada para Asuntos del Trabajo y la Solidaridad Social, muestra que el 39% de los egresados de universidades en carreras profesionales, tecnológicas y técnicas logran conseguir su primer empleo estable entre los dieciocho y veinte años de edad. También muestra el informe que el 33% lo logró antes de los 21 años, el 25% entre los 21 y 26 años y el 3%, obtuvo el primer empleo después de los 27 años.
Así mismo, otro informe y en relación con sus estudios, el 39% de los egresados tuvo éxito en conseguir un primer empleo. El cómo lo encontró, el 70% dice que fue por recomendación de un amigo, el 12% a través de los medios de comunicación, el 11% en Internet, y solo el 7% en bolsas de trabajo de su misma universidad.
Es así que, el 61% de los universitarios graduados no han obtenido un empleo en su área de trabajo. En este sentido, el mundo laboral para los jóvenes de hoy es una odisea, donde no hay muchas opciones para lo que se aprendió. Sólo el 39% consigue su objetivo.
Esto debido -en la mayoría de los casos- a la experiencia laboral exigida por algunas empresas y otras a la mala calidad en la formación académica universitaria, como causas principales de esta tendencia.
Se ha comprobado que algunas instituciones los forman a partir de la memorización de datos, fechas y conceptos; pero no se les enfrenta con el mundo profesional actual y al salir al mercado laboral se ven inseguros.
Este hecho ha sido explicado por profesionales en psicología con experiencia en educación. Los estudios han demostrado que la competencia laboral es cada día más reñida y que en la sociedad existe la idea que si no se es profesional, no se será exitoso. Subvalorando en muchos casos algunas carreras técnicas y tecnológicas que también son muy útiles.
Para terminar, como dato importante de estos valiosos informes, se puede decir que la mayoría de los jóvenes valoran su primer trabajo porque les sirve para poder entrar de lleno al mercado laboral con un empleo digno y decente.
Es por eso, la necesidad de generar más trabajo decente en el país, a través de nuevas políticas públicas, las cuales deben obedecer al compromiso de cumplir normativas internacionales, mejorar la distribución del ingreso, usar el factor humano disponible y reducir la presión sobre la política social y el financiamiento de la seguridad social.
Comentarios
Publicar un comentario